Del pecho o biberón al vaso entrenador

La idea más común sobre el uso del vasito entrenador es que funciona para concluir la lactancia, pero no es así, ya que puede usarse para otras bebidas, al tiempo que el bebé sigue tomando leche materna.
Además, muchas mamás prefieren pasar directamente al vaso como reemplazo del biberón. En realidad, el vaso cumple otros propósitos y ventajas para el bebé y la mamá, y aquí vamos a revisarlos.
La lactancia, incluso con biberón, es un símbolo de tranquilidad, consuelo y compañía, por lo que cambiar la forma de tomar líquidos puede ser un poco complicado para el pequeño. ¿Cómo lograr una transición natural y en qué etapa es conveniente este aprendizaje para que al niño no le cueste trabajo? En este punto, lo más importante es comprender el desarrollo psicomotor del bebé.
¿Cuándo introducir el vaso entrenador?
El desarrollo psicomotor se va dando progresivamente para que el niño adquiera un conjunto de habilidades, dependiendo de la maduración de su sistema nervioso central y la relación con su entorno. Su objetivo principal es la adquisición de habilidades y respuestas cada vez más complejas, que permitan al niño un grado cada vez mayor de independencia y capacidades para interactuar con el mundo que le rodea.
Por ejemplo, la etapa en que el bebé supera los reflejos de succión y deglución es paralela al momento en que debe iniciarse la ablactación o introducción de alimentos distintos a la leche, justo a los 6 meses de edad.
- Entre los 4 y 6 meses de edad, un bebé adquiere la capacidad de mantener la cabeza erguida (posición para poder sentarse) y la habilidad para agarrar y dirigir los alimentos y bebidas a su boca (movimiento de pinza gruesa de su mano, dirigida con intención).
- Esto permite que el bebé pueda sentarse en una periquera o silla de alimentación, y empiece a probar sus primeros sólidos y otros líquidos distintos a la leche materna.
- La edad para introducir el vasito dependerá del desarrollo motor y las habilidades adquiridas por cada bebé.
- Sin embargo, entre los 4 y 6 meses de edad aproximadamente el pequeño puede usar sus primeros vasitos entrenadores que, además de ser prácticos para tomar bebidas, fomentan habilidades motrices como la pinza gruesa y, posteriormente, la pinza fina (tomar objetos cada vez más pequeños entre el dedo pulgar y el índice), ambos mecanismos necesarios para lograr una buena coordinación ojo-mano y mano-boca.
- En los primeros intentos por llevar el vaso a la boca, el bebé podría no inclinarlo adecuadamente, pero es cuestión de práctica durante unos días para que pueda hacerlo con total naturalidad.
Beneficios de usar vaso entrenador
Es un recipiente infantil en forma de vasito que tiene una tapa con boquilla, la cual permite que los bebés y niños beban sin derramar su contenido. Hay modelos con asas y sin ellas, y con una gran variedad de boquillas diferentes. ¿Qué ventajas implica?
- Promueve la independencia del bebé y su integración familiar y social.
- Ayuda a ejercitar la coordinación mano-boca, fomentando que controle la fuerza de sus movimientos y mantenga el pulso a fin de agarrar bien el vaso para que no caiga.
- Evita el uso prolongado del biberón que aumenta las probabilidades de caries temprana y problemas dentales como colocación incorrecta de los dientes (cuando su uso es excesivo y prolongado en el tiempo).
- Generalmente son a prueba de accidentes en caso de que el niño lo aviente o se le caiga.
5 consejos para introducirlo
- En las primeras veces muéstrale a tu bebé cómo sujetar el vasito y tomar de éste; lo practicará por imitación.
- Dale tiempo para que se vaya familiarizando con su uso; no lo fuerces, ya que presionarlo puede inhibir su interés en el vaso.
- Si el vaso tiene boquilla de silicón, el bebé no notará tanto la diferencia respecto al biberón y no le serán difícil acostumbrarse, incluso si sólo se alimentaba del pecho materno.
- Cuando ya esté en la ablactación, déjalo a su alcance en la periquera o en el espacio donde juega, de tal manera que pueda usarlo cada que tenga sed.
- Inicia con vasos entrenadores pequeños de boquilla suave de silicona, lo cual facilita la succión del líquido. Verifica que sean a prueba de derrames, roturas y fugas, y que cuenten con agarradera.
Más adelante, el niño podrá usar vasos más grandes y sin agarraderas, pero con un diseño ergonómico que permita que sus manos se ajusten fácilmente a la forma del recipiente.
¿Cómo elegir el mejor vaso entrenador?
- Limpieza total. Es importante que todas las piezas puedan desmontarse y sean de fácil acceso para lavarlo perfectamente.
- No tóxico. El material del que esté hecho debe ser libre de tóxicos, principalmente de Bisfenol (BPA) porque puede perjudicar su salud.
- A favor de su desarrollo dental. La boquilla tiene que ser de silicona suave para cuidar las encías y futuros dientes de tu bebé.
- Fácil de agarrar. Para bebés menores de 6 meses, es importante que tenga asas que faciliten su agarre y posteriormente que sea ergonómico, es decir, que pueda sujetarlo con una sola mano sin mayor esfuerzo.
- Sin derrames. Busca que tenga válvula antiderrames, pero que, al mismo tiempo, le permita controlar el flujo del líquido que toma; también es importante que no presente fugas al cerrarlo.